La Mancomunidad de los Canales del Taibilla realiza un riguroso seguimiento ambiental del funcionamiento de las desaladoras de San Pedro

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La Mancomunidad de los Canales del Taibilla realiza en las desaladoras de San Pedro I y II, a través de la Universidad de Alicante, un Programa de Vigilancia Ambiental en el que se siguen las prescripciones dispuestas en las Declaraciones de Impacto Ambiental y que tienen como objetivo evitar los daños ambientales que pudieran producirse por el funcionamiento de las desaladoras, tan necesarias debido a la escasez hídrica del sudeste español.

Para ello, tiene suscrito un convenio de colaboración con la Universidad de Alicante, a través del cual se realiza el estudio de vigilancia ambiental del vertido de las desalinizadoras del Nuevo Canal de Cartagena.

La vigilancia ambiental en el ámbito de las desaladoras engloba diferentes aspectos que permiten asegurar la protección del medio ambiente. Una parte muy importante del programa se refiere a la vigilancia estructural del emisario submarino, en sus algo más de 5 kilómetros de longitud, con el objetivo de conocer el estado de conservación de este y tomar medidas correctoras en caso de ser necesario. Además, para comprobar la integridad estructural del emisario, se dispone de dos sondas de medida de salinidad en el fondo marino, las cuales, y desde principios de mayo, se complementan con dos sensores que permiten garantizar la disponibilidad de información, incluso en condiciones climatológicas adversas.

Otro de los aspectos incluidos en el programa abarca el control analítico del efluente antes de ser evacuado por el emisario. Se analizan los distintos parámetros que podrían afectar negativamente, como puede ser el caso del nitrógeno, perjudicial para el mar por su capacidad de nutrir en exceso el medio acuático.

Para comprobar la no afección en las aguas receptoras, hay distintos puntos de control en zonas estratégicas, donde se analizan una serie de parámetros en el agua marina, así como un perfil de temperatura y salinidad. Destaca especialmente, el control de la salinidad en la zona próxima a la pradera de Posidonia Oceánica.

A todo eso se suma la realización de un control de sedimentos y organismos marinos que se han ido registrando para comparar datos desde el inicio del vertido. En este control se muestrean los fondos blandos, granulometría e infauna, lo que ha permitido comprobar con datos reales la no afección en la actualidad.

Todo este programa permite a la Mancomunidad de los Canales del Taibilla comprobar el correcto funcionamiento de las desaladoras para asegurar la protección del medio ambiente.

Foto Desaladora de San Pedro